Sonidos del Silencio…

Una risa macabra retumba en la habitación rompiendo toda la calma, al parecer se mofa e su última hazaña. Un reflejo de plata se regocija en la pared mientras su dueño se pasea por doquier con pasos estruendosos, el dolor y la desesperación son la sinfonía para atraer su perturbadora presencia. Un manto negro cubre su cuerpo y una grande capota esconde su rostro bajo las tinieblas de la oscuridad intensa, sus manos esqueléticas sostienen con gran fuerza la guadaña, que traviesa refleja la luz de luna regocijante en la pared.

Su escalofriante presencia es percibida en los gemidos de dolor que parecieran llevarse cada vez más del ser que los emite en busca de una solución ante tanta desesperación. Su trabajo no tiene horario ni fecha en el calendario, su existencia responde a ser el final de una historia para darle comienzo a otra, sólo se termina la carne que protegía al espíritu, que ahora vagará sin rumbo ni dirección, las sombras serán su reino ó su perdición, el pedir perdón a Dios estaría bien si no quieres tener eternidad en las penumbras del infierno.

Un pasadizo secreto a una habitación oculta se abre paso de la nada, por mi mente corrieron recuerdos jamás borrados, nunca olvidaré la débil luz que atravesaba los cristales ese día de verano, el resplandor del sol vertiéndose cautelosamente entre las ramas hasta tocar mi cama, su cabello negro rebotando en un rocío de agua; volver a ese día sería crear sentimientos ambiguos, estar tan cerca y aún así no poder acariciar su tersa piel de primavera, querer tanto sin poderlo profesar… es tan confuso que me siento perdida, quiero encontrar la salida sin atravesar la luz amarilla que me llama a que la siga al final del pasillo…

El cielo nocturno es precioso cuando la luna pareciera jugar entre las estrellas, creciente, menguante, llena y nueva… es como las escondidas para los astros allá en lo alto jugueteando sobre el cielo y el ancho mar, en lo profundo de la inmensidad… A veces… vemos su cara completa, otras veces como entre las ramas esperando quién la ve y de pronto… ya no está, de espaldas contra la pared está esperando a gritar 1,2,3… siempre triunfa, jamás le toca buscar a las estrellas, siempre están dispuestas a ser la compañía perfecta ante la magnificencia de su deslumbradora presencia.

Por qué temerle tanto, por qué maldecirla si es su trabajo, ella sólo se pasea son saber cuando será llamada, tal vez es controlada por el designio divino y aún así nos atrevemos a cuestionar la perfecta voluntad del Creador. Siempre es vista como la mala del paseo, la que arruina todo sólo con su nombre pronunciar, pero jamás analizamos el trasfondo al que podemos llegar si dejamos de pensar en lo negativo sin sacarle lo positivo, todo en ésta vida por más malo que parezca, por terrible que se vea tiene su lado bueno, siendo así… su llegada puede no ser la más esperada o deseada, pero nos abre las puertas de un nuevo mundo, donde dejáremos atrás todas las necesidad físicas, dolores, preocupaciones, etc., pues el cuerpo ya no existe, ahora sólo importa tu yo interior, ya no importa si eres gordo ó flaco, alto ó bajo; ya no hay una sociedad materialista que te critique por “como te ves”, ya no hay presión por lo físico, ahora todo es meramente espiritual.

No es la mejor visita, pero no podemos combatirla, lo único que podemos hacer es disfrutar de la vida física, para después poder tener una vida en el más allá… en dónde exactamente? Todo depende de tus actos terrenales, cada cosa que hagas… no lo hagas pensando en qué le pasará a tu cuerpo sino en las consecuencias que puede tener para tu espíritu en un futuro- eso dice la religión-, yo sólo digo, que has que cada cosa que vivas valga la pena, dejar buenos recuerdos hará que tengan una grata memoria de tu existencia, no te amarres por “los que dirán”, simplemente sé tu mismo y actúa bajo tus pensamientos y emociones, deja tu huella, labra el futuro de tu generación y su alrededor…