Hay
momentos en la vida que nos desbastan en alma y nos rompen el corazón, y
entonces pensamos que no volverá a existir un mañana en el que la luz del sol
pueda reflejarse en el menguar de nuestras sonrisas, que aquel brillo
inexplicable en los ojos no volverá a tener extensión a través del espacio y
que por ende no vale la pena volver a soñar…
El
trasegar de la vida es como navegar en el océano, siendo éste lo que conocemos
como vida y cada uno de nosotros un barquito inmerso en él… hay quienes se
ahogan tras una fuerte tormenta y jamás vuelven a salir a flote, sólo queda el
recuerdo de lo que fueron y los resto en lo profundo de sus cuerpos… Hay
quienes luchan y por el fuerte viento encallan en playas, algunos deciden
quedarse ahí, descansando y quizá jamás se van de ahí, quizá sea más fácil que
luchar contra la tempestad, más hay otros que quieren volver a navegar y se las
arreglan para volver a flotar en alta mar, con el sol en su horizonte y la luz
de luna cada noche trazando el camino de un sueño que el cielo dibuja con forma
de estrella.
Volver
a soñar, volver a creer… volver a encontrar perlas preciosas en el fondo del
océano y entender que son los reflejos de las estrellas en el firmamento,
atesorarlas, admirarlas… luchar por encontrarlas y protegerlas al ser estrellas
que decidieron reflejar la luna en los corazones de los navegantes con deseos
anhelantes de seguir trasegando el camino infinito de la existencia.
Ese
momento en que la admiras y suspiras, ese momento en el que tu alma vuelve a
sentir alegría y tus ojos vuelven a brillar a kilómetros de distancia entiendes
que es momento de dejar de pensar en la soledad, que ya no hay ausencia donde
pueda habitar y que es momento para volver a comenzar… el océano es tan
profundo como la capacidad de creer y de soñar, y el cielo el espejo perfecto
para ver lo que en tu interior tiene lugar….
He
encontrado una estrella en el firmamento que me sonríe cada vez que la veo,
quizá esa estrella quiera humanizarse y volverse perla para encontrarla en lo
profundo de mis sueños y subir a cubierta conmigo, trasegando juntas el mismo
océano, admirando un solo cielo y buscando perlas de ilusiones, de dos corazones
que se unen en un solo palpitar…
No
es menos que un sueño pero no se quedará tan sólo como eso, ahora sólo quiero
que el tiempo pase ligero para encontrarme de nuevo con tu reflejo no etéreo,
tanto lo anhelo como la brisa al viento, ha pasado tan poco pero lo suficiente
para quererte, aliento de inspiración nueva…
Entendido
entonces… es momento para un suspiro más…