Entre el cielo y el suelo se ciñe la épica batalla entre la emoción y la razón, entre la lógica y el sentimiento, entre lo que se explica y lo que simplemente es porque así se cree. Sentir es no pensar, pensar es no sentir… la emoción te invade de sentimiento cuya explicación la lógica siempre cuestionará, sin importar si es malo o bueno el argumento que el corazón pueda dar.
Aunque se nace solo, el transcurrir de la vida nos "obliga" a buscar compañía, apoyo... un ser o varios seres que le den sentido a cada latido dejando atrás cualquier perjuicio, cualquier pensamiento destructivo que en nuestra mente tienen lugar cuando sentimos que todo está perdido. Tal vez suene dramático, pero cada ser tiene una luz en medio del camino, que lo guía para no perderse y alcanzar lo que quiere. Pero ¿qué pasa cuando tu luz desaparece en un santiamén?, cuando todo se derrumba como un castillo de naipes, ytodas tus buenas ideas son llevadas por las olas del sufrimiento, una fuerte tormenta se desata en tu interior y te hace cuestionarte por qué estás en éste mundo si no estás destinado a la felicidad.
Cuando le confías tu ser a una persona, esperas que guarde la esencia de tu espíritu; pero desgraciadamente no todos conocen el valor que tiene confesar lo que se quiere, piensa o siente, ni mucho menos, lo que se necesita. Una traición, una decepción, una herida profunda que se clava hasta lo profundo del alma, rasgando las vestiduras del corazón, despojándolo de todas aquellas máscaras que había creado pensando en un mañana mejor. Risotadas en comentarios sarcásticos, actos que lastiman tu ser; actitudes reprochables en modelos de vida; abuso en personas de aparente corazón de cristal, desdibujan lo que habías logrado reconstruir después de estar en el fondo del abismo.
"Amigo el ratón del queso, y se lo comió" llegas a pensarlo de inmediato, el confiar en alguien pierde total veracidad y te sumes en la compañía del silencio, dándole paso a pensamientos traviesos que van de aquí allá, dominados por el latido ahogado que se esfuerza en vano por seguir palpitando. Tienes dos opciones, morir o vivir, incesante dilema de ser un Ser Humano, la dicotomía que nos pone entre la espada y la pared. Hay quienes ceden a la presión, quienes se esfuerzan por ser mejor y renacen de sus cenizas con visión y entrega a lo que desean, capaces de hacer historia, de dejar huella en la arena inmensa de la existencia.
Hacer enseñanza una derrota determina el carácter de un ser, su verdadera fortaleza, su necesidad por vivir y su deseo incesante de soñar. Quien es capaz de levantarse después de caer, ha logrado comprender el sentido del devenir; el vivir una vida significa afrontar la realidad con todas sus vicisitudes y alegrías, el dragón de la existencia siempre rapta la princesa de la felicidad que espera ser rescatada por el príncipe de azules ideas y blanco corazón...Depende de cada uno el decidir si realmente vale la pena embarcarse en la aventura de la vida...