miércoles, 17 de noviembre de 2010

Detrás del telón...

Entre el cielo y el suelo se ciñe la épica batalla entre la emoción y la razón, entre la lógica y el sentimiento, entre lo que se explica y lo que simplemente es porque así se cree. Sentir es no pensar, pensar es no sentir… la emoción te invade de sentimiento cuya explicación la lógica siempre cuestionará, sin importar si es malo o bueno el argumento que el corazón pueda dar.

Aunque se nace solo, el transcurrir de la vida nos "obliga" a buscar compañía, apoyo... un ser o varios seres que le den sentido a cada latido dejando atrás cualquier perjuicio, cualquier pensamiento destructivo que en nuestra mente tienen lugar cuando sentimos que todo está perdido. Tal vez suene dramático, pero cada ser tiene una luz en medio del camino, que lo guía para no perderse y alcanzar lo que quiere. Pero ¿qué pasa cuando tu luz desaparece en un santiamén?, cuando todo se derrumba como un castillo de naipes, ytodas tus buenas ideas son llevadas por las olas del sufrimiento, una fuerte tormenta se desata en tu interior y te hace cuestionarte por qué estás en éste mundo si no estás destinado a la felicidad.

Cuando le confías tu ser a una persona, esperas que guarde la esencia de tu espíritu; pero desgraciadamente no todos conocen el valor que tiene confesar lo que se quiere, piensa o siente, ni mucho menos, lo que se necesita. Una traición, una decepción, una herida profunda que se clava hasta lo profundo del alma, rasgando las vestiduras del corazón, despojándolo de todas aquellas máscaras que había creado pensando en un mañana mejor. Risotadas en comentarios sarcásticos, actos que lastiman tu ser; actitudes reprochables en modelos de vida; abuso en personas de aparente corazón de cristal, desdibujan lo que habías logrado reconstruir después de estar en el fondo del abismo.

"Amigo el ratón del queso, y se lo comió" llegas a pensarlo de inmediato, el confiar en alguien pierde total veracidad y te sumes en la compañía del silencio, dándole paso a pensamientos traviesos que van de aquí allá, dominados por el latido ahogado que se esfuerza en vano por seguir palpitando. Tienes dos opciones, morir o vivir, incesante dilema de ser un Ser Humano, la dicotomía que nos pone entre la espada y la pared. Hay quienes ceden a la presión, quienes se esfuerzan por ser mejor y renacen de sus cenizas con visión y entrega a lo que desean, capaces de hacer historia, de dejar huella en la arena inmensa de la existencia.

Hacer enseñanza una derrota determina el carácter de un ser, su verdadera fortaleza, su necesidad por vivir y su deseo incesante de soñar. Quien es capaz de levantarse después de caer, ha logrado comprender el sentido del devenir; el vivir una vida significa afrontar la realidad con todas sus vicisitudes y alegrías, el dragón de la existencia siempre rapta la princesa de la felicidad que espera ser rescatada por el príncipe de azules ideas y blanco corazón...Depende de cada uno el decidir si realmente vale la pena embarcarse en la aventura de la vida...

lunes, 15 de noviembre de 2010

Ser un ser…

Quién se busca se encuentra, solo así sabrá la grandeza de su ser, de su espíritu.

Para encontrarse, hay que evaluarse, hablar con el interior; y aunque sea irónico decirlo, solo se consigue cuando se está en el fondo del abismo, donde todo parece estar oscuro y apartado, donde la solución no emerge como flor en primavera y todo se ahoga en el mar de pensamientos involuntarios que despierta el deseo de “desfallecer de inmediato”.

La existencia es un transcurrir de la vida inmerso en el océano de las circunstancias y vicisitudes, en la que cada ser hace su mayor esfuerzo para encontrar la felicidad necesaria para su frágil corazón que brama por un motivo para seguir con el ritmo incesante de bombeo. El ser un humano implica sentir pensando y pensar sintiendo, la lógica racional jamás entenderá el capricho del corazón que siempre sabe como argumentarse ante pensamientos que traten de refutarlo. Hay quienes juegan a ser de roca, dando la impresión de ser insensibles, aunque la verdad es que son aún más frágiles que alguien que demuestra más a menudo lo que siente, piensa, vive y aprende.

Ser un ser es complicado, porque todos están expuestos a los ojos inclementes de una sociedad “manipulada” que todo lo rige por estereotipos y lanzan juicios sin tener conocimiento de la verdad que se esconde detrás de máscaras y falsas actitudes que simplemente están protegiendo la parte más noble de su SER.

“¿Hacia dónde va la gente? Hacia dónde va Vicente” pareciera ser el slogan con el que cada ser desarrolla una personalidad, o bueno, al menos la gran mayoría, porque toda “regla” tiene su excepción… y entonces encontramos a las personas “malas” que pueden influir sobre los demás para desviarlos del camino. Pero ¿cómo determinar quién es bueno o malo? Realmente es complicado ¿por qué? Porque todos buscan un “alguien” al cuál seguir, puede ser Vicente, Joaquín, María, etc., todos buscan un prototipo de vida. Pero si todos tenemos las mismas capacidades ¿por qué debemos pisar los pasos de otros? Simple, no hemos logrado hablarnos. Cuando lo hacemos es en un mal momento, “y entonces el yo se inventó y se encontró con migo para auto destruirse”, donde las circunstancias llevan a conclusiones vanas y facilistas, dónde la verdadera identidad del ser queda reducida a la simplicidad inexistente de la coherencia y la cordura se esconde detrás de excusas repetidas que han perdido veracidad y firmeza.
La firmeza de un ser está basada en el conocimiento que tenga sobre sí mismo, la vida es una experiencia que solo las personas con decisión pueden afrontar, nadie logra sobrevivir eternamente pero sí puede convivir a su lado por un determinado periodo de tiempo. Si se pretende buscar la perfección jamás la encontrarán, porque la perfección de ser humano y de su existencia misma es la imperfección, eso nos hace humanos, mortales, transeúntes de esto que llamamos planeta tierra.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Dulce compañía…

Conejito ¿Dónde estás? Quiero abrazarte, necesito del silencio de tu compañía, de tus versos en prosa de viento… Quiero tu consuelo, necesito que recojas mis lágrimas, las seques sin dejar rastro.
Hace mucho no sentía ese gran hueco que perfora el pecho, ese vacío que se adueña de mi estómago, un agujero negro que se traga todos los sueños, anhelos y lindos sentimientos. 

Recuerdo esos días de profunda soledad, esos días fríos que transcurrían sin vida. Llegada la noche me aferraba al conejito, el peluche, dándole quejas y reproches. Sobre su suave piel mil historias de agua derramé. Junto a él mil noches contemplé y por cada estrella un deseo anhelé. Junto a la luz de luna pensamientos evadí… recuperé el aliento y con historias fantaseé. Escapar de la realidad era mi prioridad, crear máscaras mi estrategia, repartir sonrisas mí arma y parecer feliz mi arma mortal. 

Máscaras que en vez de protegerme me destruían. ¿De qué sirve ser alguien perfecto ante la sociedad si el ser verdadero está muriendo lento? El alma necesita algún escape, una salida que la ayude a no ahogarse en su propio mar de “sufrimientos”. Para mí escribir es: el único escape seguro de los sentimientos que yacen en mí ser, ocultos bajo la bruma oscura de la hipocresía que me ayuda a ser lo que quieren ver... 

Dicen apoyarte, comprender y quererte sobre todas las cosas, pero eso no es así… 
Dicen que seas sincer@, y al hacerlo te los echas encima…

Dicen entenderte, pero no conocen ni la mitad de lo que eres, por su causa jugamos a ser perfectos y acomodarnos a sus patéticos moldes que coartan la personalidad en cualquiera de sus dimensiones…

Jamás podrán entender quién eres en realidad, vienen de tiempo atrás, y sus costumbres están dadas por su época, pocos se acomodarán a lo nuevo y abrirán su mente para tratar de comprenderlo… 

Dicen querer nuestra felicidad pero lo único que hacen es poner trabas, hay cosas que hacen daño, pero hay otras contra las cuales no se puede ir, simplemente porque hacen parte de ser un ser, de ser uno mismo...

Dicen que eres su mayor orgullo, que por nada te dejarán de querer… ¿Saben una cosa? Es una falacia, la más grande, tarde o temprano terminarán por avergonzarse… porque siempre nos saldremos del molde de una u otra manera… no somos dioses ni pretendemos serlo… simplemente somos humanos que tenemos derecho a vivir una vida plena como cualquiera en la tierra… hay decisiones personales por las cuales no se deben dar explicaciones… no pedimos que las compartan, pero que las entiendan…

Quiero al señor conejo de vuelta… sabía escuchar sin reprochar, aconsejar sin juzgar, consolar sin pobreciar… Sabía ser amigo en todo momento y lugar… gracias conejo por siempre decirme la verdad sin coartar lo que buscaba como felicidad.

Cada ser humano busca el mejor camino hacia su felicidad… si no se le está haciendo daño a nadie ¿cuál es el problema?...