lunes, 14 de noviembre de 2011

El luto de una Sonrisa...


Hoy mi sonrisa se viste de negro tristeza, hoy se esconde en medio de las tinieblas, hoy solo vemos sus perlas perfectas cuando en el silencio mi alma grita de dolor y el llanto sale inclemente sin reparar en muecas o caras feas.

Mi sonrisa había encontrado alegría, alegría que había inundado mis mejillas de rosado de vida y mis ojos de un brillo que iluminaba a kilómetros sin importar que estuviera a la deriva… Mi sonrisa había cautivado mi existencia y enamorado mi corazón, había reconstruido mi alma, mis sueños y mis anhelos, se había convertido en mi saludo al sol y en mi despedida a la hermosa luna… era la virtud que me acompañaba sin importar cuántas cosas malas quisieran borrarla de mi cara…

Haría cualquier cosa por tu sonrisa, tan hermosa, tan fina, tan llena de vida… verte sonreír fue uno de los mejores regalos que tuve mientras compartí a tu lado maravillosas aventuras, verte sonreír era mi meta diaria y amaba hacer tantas cosas como me eran posibles, entre más pudiera verte feliz más crecía mi sonrisa y mi alegría de vivir, segura a tu lado… Hermoso cuando al leer mis letras que en tu nombre se inspiraban tus labios se curvaban inconteniblemente mostrando agrado hacía aquellas palabras que guardaban entre líneas aquel sentimiento puro y cristalino que por ti nació, creció y se perpetuó, sin importar que ya no sea recíproco.

Incomparable perderme en la inmensidad de tus ojos que me observaban con tanto sentimiento, mientras tu tersa boca se sonreía, quizá con picardía, ternura, amor… no lo sé, era difícil saberlo sabiendo que por mi sentías tantas emociones al mismo tiempo… Verte sonreír mientras dormías acomodada en mi pecho, pasaba horas cuidándote el sueño, no sé qué pasaba por tu mente, pero más te acomodabas y sonreías… eso simplemente no tiene precio…

Qué fácil es perder una sonrisa… y cuán complicado es devolverle el brillo que tenía… mi sonrisa yace perdida en la bruma espesa de la soledad compartida, revolcándose empedernida con los sueños que se rompieron acto seguido de escuchar mi corazón desquebrajarse y a mi alma desmoronarse en tantos pedazos como anhelos que en tu nombre y junto a ti quería compartir… -suspiro- toda una vida.

Tantas sonrisas compartidas en amaneceres junto a ti, tantas sonrisas regaladas cuando los problemas se agolpaban en las cabezas, tantas sonrisas pícaras recordando aquellos momentos que tan sólo tú y yo tenemos –no es lo que parece-, tantas sonrisas tiernas a causa de detalles como “momosito” “Tigue-Sito”, tantas sonrisas encontradas en la felicidad del ser que más amas… tantas sonrisas que se resumen a una que tuve enmarcada en mi rostro durante todo el tiempo que con tu presencia iluminaste mi existencia… Aquel ángel que decidió volar junto a mí con alas de eternidad, entre nubes para siempre y con el sentimiento más hermoso que he podido experimentar…

Hoy mi sonrisa se volvió de cristal y al más mínimo impacto se desvaneció, dejándome una vez más en la oscuridad de la soledad…

viernes, 11 de noviembre de 2011

Ironía...

Mientras eres feliz yo me destruyo poco a poco saboreando cada recuerdo, cada beso, cada palabra… cada bello momento que junto a ti compartí, mientras privilegias a alguien más con tu presencia la soledad me consume con cada correr del segundero… hundiéndome… inmortalizando el dolor que ahora apresa mi pecho, divaga mis ideas y destroza sentimientos…
Pensar que quizá el arrepentimiento aparezca cuando ya no tiene sentido es irónico y patético, y saber que es lo más probable… -suspiro- ni para qué pensar en ello. Sigo sin entender el por qué, sigo pensando que no es lo correcto, sigo odiando el momento en que todo cambió y se volteó contra mi ser, suena dramático, pero quiénes conozcan la historia que inspira estas letras sabrán que tengo más de un motivo para estar consternada ante lo que llamo cruel realidad…
Es increíble ver que el destino pueda ser tan cruel, actuar sin cohibirse, sin pensar en qué pasará si hace esto o aquello… simplemente lanza sus suspiros de circunstancias inciertas… a veces puede llegar a ser tan cruel e injusto con algunos que me sorprende que exista alguien que diga “soy feliz”.
Felicidad… sentimiento efímero, quimérico, tan provisional e inestable, tan hermoso en concepto pero tan rudo en materia… felicidad, qué te gusta para darte suficiente con tal de mantenerte a mi lado, ¿qué pasa que siempre te alejas cuando más cerca estás? ¿Acaso tan fríos son mis abrazos que prefieres buscar calor en los de alguien más?
Irónico pensar que te di todo y hasta un poco más y ahora que más necesito de tu compañía decides despedirte sin importar tantas cosas vividas, ironía, saber que jamás fue suficiente por más que hice hasta lo imposible por verte sonreír… irónico recordar que querías perpetuar una sonrisa en cada despertar y ahora solo quieras dejarme atrás… pero aún más irónico que no confíes en mi cuando todo lo que soy te lo di sin decir no…

jueves, 10 de noviembre de 2011

Eclipse...


La vida es incierta, indecisa, improvista, loca, descabellada, cruel, fría, feliz… la vida es un camino que todos recorremos aunque sea de diferentes maneras, un camino que se iluminó cuando llegaste a recorrer el camino tomada de mi mano.

Dibujaste hermosas sonrisas en mi rostro aun cuando todo estaba perdido, junto a ti comprendí que la soledad no es mi única compañera y que realmente puedo ser feliz.

Le diste motivos a mi corazón para latir con fuerza y vigor, le diste pensamientos hermosos a mi mente, prosa a mi aliento, melodía a mis letras, armonía a mi vida, estabilidad a mi existencia, esperanza a mi esperanza, compañía a mi soledad, alegría a mi tristeza, amor al vacío que me mataba día tras día atravesando mi pecho… ese vacío inclemente que amenazaba con exterminarme a diario se fue cuando por milagro estuviste a mi lado.

Ahora, cuando decides marcharte creyendo hacer lo mejor por mí, me doy cuenta que jamás hice tanto como creí, de lo contrario sabrías que realmente me haces feliz, que la despedida me vuelve añicos el corazón y que por más que pienses que merezco algo mejor… para mi tu eres lo mejor que me ha podido pasar en la vida, mi ángel humanado, la luz de plata, la prosa de mi aliento…

Sé que por más que te ruegue y trate de cambiar tu opinión, no lograré hacer que veas las cosas como realmente son… por más que quiera tenerte a mi lado no puedo obligarte a que estés solo por complacencia…

No soy la gran cosa, lo único que pude ofrecerte fue mi corazón, roto y humillado, te encargaste de reformarlo, pero poco sentido tendrá ahora que sabe que ya no estarás para latir por ti… no morirá, pero si perderá fuerza, esencia y vigor…

Te agradezco mi dulce ángel por todos aquellos momentos hermosos, puede que ya no estés conmigo pero en mí siempre estará tu recuerdo, besaré tu ausencia, abrazaré el vacío de tu cuerpo, imaginaré tu sonrisa y me perderé en la imagen perpetua de aquellos hermosos ojos que me hacían soñar despierta cada vez que me veían con la inmensidad del sentimiento que transmitías al mirarme…

Tantos momentos vividos, tantos recuerdos para sonreírme mientras lloro, es irónico, pero es imposible no alegrarme por todo lo hermoso e improbable que no llore al saber que ya no soy tu amor…

Mi noche vuelve a tornarse oscura, mi hermosa luna entró en fase nueva y no sé cuánto dure en volver a reflejar la luz de mi espíritu, no sé si algún día vuelva a verla llena en el cielo incierto que poco a poco se convierte en mi infierno… quizá no soy el sol que aquel majestuoso astro necesita para brillar sin embargo seguiré brillando tan fuerte como pueda, tal vez mi luz llegué a la luna una vez más y pueda disfrutar de su grandeza en el cielo hermoso de mi existencia…

martes, 8 de noviembre de 2011

Eternidad...


Lo eterno está maltrecho de tantas veces que se ha usado para jurar amor en su tiempo, lo eterno es tan efímero como un te quiero si un latir sincero, lo eterno está enmarcado por sentimientos circunstanciales de humanos irracionales que cambian de parecer con cada tic tac del segundero… Lo eterno, una quimera perfecta para vivir mientras todo marcha sobre ruedas.

Quizá con el tiempo mi recuerdo sea olvidado como el sentimiento que alguna vez por mi existió, ignorar que existió tal vez sea la mejor manera de negar que aun vive y que no valía la pena dejarlo sin dar la última pelea…

Eterno… eterno tal vez sea el cielo, las estrellas y todo lo que siento… eterno es el sonido del silencio, el vacío, el recuerdo… aquel implacable frío de invierno, la soledad, mi suspiro sin aliento…

Inmortalizado el momento de abrazar mis piernas sin remedio, sumergida en cristales de dolor que desgarran mi corazón… trozos aun latientes se debaten entre la vida y la muerte sobre la frialdad del suelo… sintiendo que muero sin estar perdiendo resuello, la oscuridad se hace densa y poco a poco amenaza con arrebatarme la poca luz que me queda…

Es difícil creer que alguien llegue a darte la mano sin esperar nada a cambio, es quimérico pensar que un ser especial llegará a tu vida buscando la sonrisa perdida que antes iluminaba de esplendor tu rostro y corazón, pero es estúpido pensar que sea imposible… el mundo, el mundo da muchas vueltas y con ellas toda la materia se transforma y da lugar a nuevas experiencias que por nuestra mente jamás tuvo lugar…

Un ángel se posó en medio del camino y me ofreció su mano como refugio, como alivio, sin reparo arriesgó su vida para tomarme y sacarme de aquel abismo en el que había caído cuando me perdí tratando de encontrarme en el vacío del recuerdo.

Mi alma cae rota en  mil pedazos y sin reproche alguno te inclinaste a recoger los pedazos… junto a mi planeas reconstruirlo todo… algo que sinceramente parece eterno… ¿cuántas eternidades estarías dispuesto a vivir buscando la forma perfecta de mi corazón?

La eternidad parece corta cuando los sueños que estaban en su nombre se desplomaron, abrazar el lamento del silencio es inmortalizar lo maltrecho que está mi pecho a causa de la ausencia y el recuerdo… sin embargo creo que me quedan otras tantas para intentarlo de nuevo…

Hasta los ángeles se cansan de vivir en el cielo y pecan para vivir inmersos en el infierno.

martes, 1 de noviembre de 2011

Suspiro...


Suspirar anhelando un momento, abrazar la ausencia de tu recuerdo, besar el frío inclemente de la soledad intentando tus labios encontrar…

El viento sopla pasajero y se lleva consigo los restos de un corazón que yace muerto sobre el suelo dejando las cenizas del recuerdo, los sonidos del silencio y el rocío de dolor a cargo de mis sentimientos, emociones y pensamientos… Con el pasar del tiempo había olvidado el significado de estar en la penumbra del vacío y desconsuelo, había olvidado cómo era hablar tan solo con los pensamientos y sentir al menos el calor de mis brazos rodeando mis piernas mientras vulnerable me siento en el suelo, llorando… sintiendo cómo todo lo que creía propio lo pierdo…

Una punzada atraviesa mi pecho cada vez que mi mente dibuja en el negro tu silueta, un nudo me sujeta la garganta cada vez que entre susurros escucho tu dulce voz, aquella voz apacible, serena y tierna que a mi noches en vela le dieron razón… melodías perfectas capaces de hacerme sonreír sin importar que estuviera inmersa en terribles problemas, siempre fuiste mi luz, mi esperanza… mi calma.

Innumerables veces predije que llegaríamos a este punto, algo que siempre  negaste rotundamente y en lo que me confíe escuchando sinceridad en tus palabras… confianza que ahora se destruye y junto a su quebranto todo lo que había logrado… aquel castillo sólido que había forjado cambió su contextura y forma de roca por naipes de cartón…

Mi alma cae rota en mil pedazos, pedazos que desgarran a mi corazón, un corazón que motivaba mi mente… mente que generaba pensamientos, pensamientos que ahora serán una vez más vacíos e inconsistentes.

Amiga soledad, hace mucho que no te nombraba, creo que después de todo tenías razón, eres la que al final siempre está conmigo, incluso cuando estoy sin tu presencia, tu ausencia hace que necesite estar una vez más en ti… y ahora que por designios del destino estoy junto a ti, te pido por favor tengas piedad de mí… he sido buena, jamás me he alejado de tu lado… sé que es difícil que seas para mí lo que he sido para ti, pero quizá en tu compañía la existencia de tu esencia no me remuerda tanto la conciencia y pueda intentar renacer una vez más.

Puedo ponerme tantas máscaras como sea posible, puedo fingir, puedo crear e imaginar otro yo que pueda mostrarse al mundo sin develar ni por un segundo el cataclismo emocional que llevo en mi interior… ese vacío parece ser inherente a la existencia de mi ser, de mi esencia, de mi materia… ese vacío que me queda luego de creer en un final feliz al lado de alguien que llegó a representar un todo en mi existencia… ocupando tantos roles como lo crean… pero que de la nada desaparecen, se esfuman, quizá el destino cree que están mejor sin mí y quizá tenga la razón, podrá sonar fatalista, autocompasivo, pero no soy el ángel que todos creen y depronto con el tiempo en vez de hacer feliz a las personas, hago que se sientan infelices y frustradas… yo tan sólo quiero que todos aquellos seres sean feliz así no sea junto a mí y duela hasta lo más profundo de mi alma el que tenga que ser así y no cómo yo lo anhelaba.

Nadie dijo que fuera fácil… muchos dicen que tan solo he de olvidar, pero todos sabemos que el dejar todo atrás no es tan fácil y menos cuando aquello que quieres ignorar ha marcado rotundamente tu vida, dejando huella en tu mente, corazón, materia… en tu habitación. No importa para dónde mire siempre encuentro tu existencia enmarcada, pues para mí lo fuiste todo… lo sigues siendo todo por más tonto que parezca el hecho de conservarte aunque sea en imagen, en memorias, en un hermoso y grato episodio de mi vida que jamás podré borrar porque fue lo que más valor y verdad tuvo, lo que más fuerza y valor logró darme, el motivo que me sacó de la oscuridad en la que solía vivir…

Me niego a considerar el final, me aterra el pensar en ti y saber que ya no eres para mí, me abruma saber que ya no significo lo mismo para ti, me inquieta saber el motivo tan repentino del cambio, me confunde tu actitud… no sé qué es lo que deseas en realidad, lo que en serio ansías para ti dejando de lado lo que yo pueda querer, esperar, anhelar… desear con todo el corazón; yo sólo deseo que seas feliz así deba destruirme en busca de ello, siempre diré que vale absolutamente la pena.

Sufrir en silencio, llorar en soledad, abrazar al viento, pensar en el recuerdo, besar el frío de la distancia, anhelar tu llegada, ansiar tu voz, desear tus caricias, extrañar tu presencia, creer que sigues cerca, luchar hasta que muera… al menos sabré que viví con un motivo suficiente capaz de valer mi propia existencia.

¿Cómo devolver el tiempo? ¿Qué puedo hacer para tenerte cerca? ¿Qué debo hacer para que vuelvas? ¿En qué fallé? ¿Acaso tanto mal te causé?