Un
sueño… un prepotente relámpago del desierto negro, un suspiro eterno que acecha
mis pensamientos, un abismo sin dueño que me abraza, un gélido viento que me
habla… una nada que me espanta, ojos sin forma que me traspasan, una sombra que
me roba, una silueta que me atormenta… un silencio eterno que me aturde…
La
magia de la luna se ha perdido, no importa cuántas estrellas estén tratando de
fijar mi camino no veo más que la guía de una sombra que me encierra sin saber
qué tanto espacio tengo para salir corriendo…
Un
sueño… ¿acaso la vida es un sueño o es el reflejo opuesto de lo que supone
serlo? Un cristal se ha roto, una esperanza ha muerto, cientos de filamentos
están regados sobre la arena del desierto, ¿cómo saber cuál es de mi fuero
interno si el sol se ha escapado a un universo paralelo?
Aquel
abismo espera cada segundo con los brazos abierto que ceda del todo y me deje
ir entre sus enredos, sus calumnias sus miedos… o ¿mis miedos?
Un
olvido se me atravesó por el pecho y una ausencia me abrazó con fuerza, un
susurro gritó que la luz era oscura y que el silencio lloraba sin remedio en
compañía de la soledad… un sueño pasajero soñó que era incierto, y la esperanza
se quedó sin alma, de pronto el viento sopló acariciando mi pecho dejándolo con
vacío y dolor intenso…
Un
nudo se posicionó de mi garganta y la opresión en el pecho encontró refugio en
aquellas lágrimas, que aún niñas, se deslizaban en silencio por mis tersas
mejillas… el mundo comenzó a distorsionarse y ya nada era lo que parecía,
imágenes abstractas rodeaban mi vista, sonidos en eco de recuerdo golpeteaban
mi cabeza, gritos de auxilio ahogados en el arte de mimos… fortaleza
quebrantada, anhelos descuartizados…
En
la ausencia de mi existencia en un mañana no podré decir soy y entonces seré el
espejismo creado de alguien más, una ausencia vida por un recuerdo que yace
muerto hasta que se convierte en pensamiento, en sentimiento… en un trasegar
inverso en el tiempo…
Hoy
creé tantos espejismos como sueños e ilusiones muertas yacen en la arena de
aquel desierto negro, abismo sin dueño que se mofa de robarme todo aquello que
creo verdadero… Un cielo sin luna, un camino sin regreso… un silencio que
grita, un corazón que no palpita… una vida inercial que camina sin trasegar
realmente, un irreal real, una figura sin forma, sin nombre… un espejismo que
se auto creó para destruirse al encontrarse…