domingo, 3 de marzo de 2013

Creando espejismos…


Un sueño… un prepotente relámpago del desierto negro, un suspiro eterno que acecha mis pensamientos, un abismo sin dueño que me abraza, un gélido viento que me habla… una nada que me espanta, ojos sin forma que me traspasan, una sombra que me roba, una silueta que me atormenta… un silencio eterno que me aturde…

La magia de la luna se ha perdido, no importa cuántas estrellas estén tratando de fijar mi camino no veo más que la guía de una sombra que me encierra sin saber qué tanto espacio tengo para salir corriendo…

Un sueño… ¿acaso la vida es un sueño o es el reflejo opuesto de lo que supone serlo? Un cristal se ha roto, una esperanza ha muerto, cientos de filamentos están regados sobre la arena del desierto, ¿cómo saber cuál es de mi fuero interno si el sol se ha escapado a un universo paralelo?

Aquel abismo espera cada segundo con los brazos abierto que ceda del todo y me deje ir entre sus enredos, sus calumnias sus miedos… o ¿mis miedos?

Un olvido se me atravesó por el pecho y una ausencia me abrazó con fuerza, un susurro gritó que la luz era oscura y que el silencio lloraba sin remedio en compañía de la soledad… un sueño pasajero soñó que era incierto, y la esperanza se quedó sin alma, de pronto el viento sopló acariciando mi pecho dejándolo con vacío y dolor intenso…

Un nudo se posicionó de mi garganta y la opresión en el pecho encontró refugio en aquellas lágrimas, que aún niñas, se deslizaban en silencio por mis tersas mejillas… el mundo comenzó a distorsionarse y ya nada era lo que parecía, imágenes abstractas rodeaban mi vista, sonidos en eco de recuerdo golpeteaban mi cabeza, gritos de auxilio ahogados en el arte de mimos… fortaleza quebrantada, anhelos descuartizados…

En la ausencia de mi existencia en un mañana no podré decir soy y entonces seré el espejismo creado de alguien más, una ausencia vida por un recuerdo que yace muerto hasta que se convierte en pensamiento, en sentimiento… en un trasegar inverso en el tiempo…

Hoy creé tantos espejismos como sueños e ilusiones muertas yacen en la arena de aquel desierto negro, abismo sin dueño que se mofa de robarme todo aquello que creo verdadero… Un cielo sin luna, un camino sin regreso… un silencio que grita, un corazón que no palpita… una vida inercial que camina sin trasegar realmente, un irreal real, una figura sin forma, sin nombre… un espejismo que se auto creó para destruirse al encontrarse…