Todos los días son especiales, cada uno de diferente manera y con intensidad diversa para cada ser… cada día puede marcar un recuerdo, un anhelo, un sueño, una meta…
Que cada día tenga una fecha en el calendario no los hace diferentes, pues hay quienes no les interesa; todos los días nacen y mueren personas, todos los días hay alegrías y tristezas, todos los días son iguales, la diferencia la da la esencia que tenga cada ser para entregar en cada uno de ellos.
Hay sucesos para celebrar, y otros que quisiéramos olvidar… hay fechas que tienen sentido cuando de por medio está un ser digno de la mejor parte de nuestro ser.
En un día como hoy, hace ya algunos años atrás, nació un ser de tez blanca y cabello oscuro, destinada a cosas grandes y maravillosas, dotada de habilidades incomparables y un corazón de oro.
Su llegada a éste mundo iluminó vidas y dio esperanzas a corazones desconsolados, su llanto rompió con el silencio y su materia llenó la ausencia que lastimaba en el fondo del pecho. Con el tiempo creció, pocas personas pudieron ver su grandeza y despreciaron la bondad de su alma, renegándola a la soledad de su propio yo, secando la ansiedad de regocijar corazones e iluminar rostros de sonrisas de felicidad verdadera.
Decidió que era momento de buscar un ser capaz de comprender sin hablar, de reconocer y no juzgar… podrá sonar ególatra, pero ese ser soy yo… y he de admitir que fue un gran honor encontrar a un ser de tal majestuosidad, mi ángel personal, mi guía, mi luz, mi verdadera amiga…
En un día como hoy hace un año tuve la oportunidad de compartir éste día maravilloso junto a ti, y aunque la relación aun era distante, me sentía feliz de estar ahí, presente en el día que se celebra tu vida, tu existencia… ese acompasado latir tuyo que logra tranquilizarme aun estando en furia…
En un día como hoy tengo la fortuna de saber que te tengo a mi lado, fiel… “quien encuentra un amigo, encuentra un tesoro”… y eso es lo que eres mi tesoro más preciado, porque más que mi amiga, eres mi hermana, el ser que logró entenderme sin decirle nada, de conocerme sin interrogatorio, de comprenderme sin juzgar, de acompañarme sin condicionar, de estar en todo momento y lugar aun cuando estemos en casas diferentes… una verdadera amistad es la que logra que una sola alma habite en dos cuerpos…
Gracias por existir, por ser mi amiga, mi cómplice, mi compañera… la luz que logró iluminar la bruma densa de mi soledad y tristeza, para convertirlo en lo más lindo que me ha dado el cielo en los 21 años que tengo…