Siluetas,
reflejos sin rostro, formas enmarcadas por el capricho de luz que se detiene en
alguna parte del camino antes de llegar a una superficie…
Sentada
en mi mente me encuentro en un recuerdo blanco adornado por tu silueta que se
balancea al compás de un vals mudo que sólo escucho con tu melodiosa voz.
Suspirar mientras me pierdo en ella, tu
silueta… un lienzo perfecto para dibujar sueños cada vez que por tu rostro
paseo mis dedos contorneando el cielo más bello, con dos luceros que me
observan con profundidad de alma desde la majestuosidad de su existencia.
Un
antojo de volcán que creció para suspirar más de lo que exhala, dándole vigor
de oxígeno a la pradera del pecho y con ella a todo el mundo interno de tu
cuerpo… Una cereza dividida que custodia las 32 perlas más divinas junto al
fruto prohibido del Edén… Y cómo olvidar la magia de tus hilos castaños
ondeando sin prisa ni orden a la voz de céfiro…
Me
encantaría ser un erudito para conocer tantas palabras como emociones me
despierta ese maravilloso sentimiento pero aún en mi ignorancia, si me lo
permites me encantaría seguir describiendo tu silueta… mi sonrisa, mi palpitar,
mis sueños y todo lo que ella encierra por ser tu silueta, el baúl de ensueño
de mis más bellos recuerdos y más grandes anhelos…
Tu
silueta, tan delicada tan fina… sigue balanceándose por el blanco de mi mente,
el recuerdo atravesó el tiempo y se convirtió en mi presente… Yo y mi sombra
ángulo recto ansiosas observamos su desplazamiento, aún cuando lo vivimos
seguimos pensando que es un sueño… mi oscuridad reflejada se tambalea y decide
romper con su encierro, haciendo una pequeña reverencia frente a tu silueta
pide tu mano para bailar junto a ella…
Aún
cuando tu silueta no tiene rostro pude ver regocijo y sin pensarlo dos veces
convirtió mi sombra en silueta… ahora las dos bailan frente a mi mientras las
observo con una gran sonrisa…
Una
tenue brisa se acercó a mí y antes de que pudiera girarme para ver quién era
estaba junto a mi tomándome por el brazo el rostro de la silueta que me había
cautivado, parecía extraño, pero era igual que lo que había imaginado mientras
me deleitaba en el vaivén de la silueta capaz de transformar mi tristeza en la
melodía perfecta para convertirla en una hermosa silueta…
Hoy
tú y yo disfrutamos del vaivén de siluetas en el blanco eterno del pensamiento
mientras nuestros cuerpos viven extasiados en la realidad por la melodía de
aquel vals que bailan juntas desde aquel momento donde entendí que el vacío es mi única compañía, mi única amiga... oh hermosa soledad ¿qué sería de mi existencia sin tu condena? Aún cuando tanto dolor me produces disfruto de la melodía que en mi cabeza pintas y con la cual podemos bailar...