lunes, 30 de mayo de 2011

Morir...


No es necesario que mi corazón deje de latir para saber que estoy perdiendo mi vida, no es necesario que mi piel esté fría para saber que está gélida a causa de tu ausencia, morir va más allá de trascender del cuerpo al alma en una eternidad intangible que habita en un más allá.

Morir hecha pedazos, tendida sobre la alfombra de mi habitación, derramando recuerdos en gotas de cristal, con sabor a remordimiento, pena y sufrimiento. Recoger cada pedazo tratando de hacerlo uno de nuevo, con la frustración de saber que nada será lo que fue.

Suficiente… jamás será suficiente, a medida que des se te pedirá más, tal vez llegando a un límite en el que pienses que darlo todo ya no tiene sentido, un sentido que le había dado la base a un ser que se creía insignificante, que luego de escucharte se había convencido que podía ser más de lo que pensaba.

Morir envuelta de soledad intensa, ahogada en el agujero negro creado en mi pecho… uno que acaba con todos aquellos sentimientos que habían despertado pensando ser eternos… pero en éste mundo no hay nada eterno, la palabra misma se contradice al pronunciarla, con el tiempo dejará de existir, y por lo tanto no existirá ese significado.

Morir  desgarrada sin mostrar herida aparente, morir tibia y lentamente, morir con sigilo y silencio, morir sin demostrar ausencia, morir con calma sin manchas ni huellas, simplemente respirar hasta que el aire se agote y no quede más que dormir incesantemente.

Déjame morir, déjame estar sin sentir, ver sin mirar, escuchar sin oír… déjame tocar sin palpar, cantar sin afinar… déjame acá, olvida que me conociste, me tuviste y sometiste… olvídate de mi amistad, de mi dolor, de mis pensamientos, aléjate no te quiero conmigo ni un momento… desde que te siento no quiero más que morir entre sueños y quedarme viviendo en la penumbra de la nada, imaginando que todo podría ser diferente… claro, si tu no estás a mi lado…

Déjame morir a ti para renacer en mí…

viernes, 27 de mayo de 2011

Siento...


Siento que camino sin sentir, que mi vida se muere aunque quiera vivir, la tempestad está fuerte y no sé qué tanto pueda soportar. 

Siento que no siento, siento que no me tengo, siento que me he vuelto a perder entre la bruma espesa de la soledad… siento que me volví a perder tratando de encontrarme dónde jamás he estado… siento que es mejor así, no sentir nada, estar en anestesia.

Siento que por amarte te lastimo, siento que por cada paso que piso tu vida se frustra, se queda… se te escapa de las manos aun cuando están cerradas. 

Siento que estar conmigo en un delito… un crimen de homicidio a lo que mereces por futuro, por vida…amarme es un suicidio… uno que cometí cuando pensé que sería bueno amarme como ser, y luego me perdí, muriendo súbitamente hasta terminar en un limbo existencial.

Siento que debería preguntarme más seguido qué debo hacer, siento que debería caminar sola sin arrastrar a nadie conmigo, caer y levantarme sin ayuda, luchar por lo que queda de mí y dejar que el resto sea feliz a metros de mi existencia.

Siento que un error es el conocerme, un delirio quererme, un oprobio necesitarme y aun más grave amarme más que a cualquier cosa en el universo.

Siento, siento, siento… ese es el problema sentir, todo sería menos doloroso si el corazón no pensara, si la lógica no lo racionalizará y todo pasara por alto… pero entonces no estaríamos hablando de VIDA sino de una fantasía, y desgraciadamente ésta es la realidad.

Siento que por más que niegue la necesidad que tengo por ti, jamás podré hacerlo, siento que por más que la gente hable no podrán cambiar mi sentimiento… siento que el estar lejos de ti hace que no sienta lo que realmente quiero sentir…
Simplemente siento que lejos de ti nada de lo que conozco, sé y quiero tiene sentido…

lunes, 9 de mayo de 2011

Acorralada…


Entre paredes me encuentro, atrapada entre recuerdos que laceran mi alma, destruyen mi corazón y desconciertan mi razón. Busco una salida de aquel lugar, no importa a dónde mire veo bruma negra, decorada con humo de imágenes que atormentan en mi cabeza. Miles de gritos retumban en las paredes, sigo con desdén el proceder de aquel desgarrador llanto, que rompe con el silencio de la habitación.

Al final logro definir una silueta sentada en el suelo, abrazando fuerte sus piernas, ahogando el llanto en medio de ellas. Cuánto tiempo ha pasado desde aquel día, ¿verdad?, cuánto tiempo desde aquellos días que sufría en silencio, pidiendo al cielo un suspiro de aliento verdadero que lograra sacarme de aquel encierro.

No importaba cuánto clamara jamás llegaba, como la marea iban y venían, pero jamás permanecían como lo esperaba. Era doloroso, aun después de tanto tiempo lo sigue siendo… esa herida circundante que atraviesa tu pecho, sientes que derramas lo que eres pero jamás ves nada salir por ella, es tan profunda que logra calar hasta lo más interno de tu cuerpo, de tu ser, de tu existencia. Causa un dolor indescriptible, uno que no sacia ni envenena, uno que corroe y desorienta, uno que no explicas pero te explica todo.

Y ahí estaba yo viéndome sentada, hace algún tiempo atrás, cuando mis pasos perdidos estaban, y heme aquí en la misma situación después de algunos años. Me tomé de la mano, levantándome con ímpetu, sequé mis lágrimas y comencé a caminar de nuevo. Alrededor nuestro había más de una docena de familiares y amigos, sin embargo ninguno podía ayudarnos a descifrar el camino, nadie quería hacerse cargo de lo que atañía nuestro corazón.

Palabras de cariño no son suficientes como demostraciones reales de afecto, de nada sirve decir te quiero si se hiere a cada momento.

Llorar, expresarse, dejar que el vacío se cristalice en gotas de dolor, llenando así aquel agujero tallado en el pecho…

Acorralada en mi propio desierto, atormentada por mis recuerdos, así me siento justo en éste momento, muriendo lento en mi invierno… ¿podría alguien sacarme de éste encierro?...

Tu amor duele…


Si has de amarme de esa manera, prefiero tu odio y repulsión, si al protegerme me encierras, prefiero ser vulnerable y ser presa de cualquiera diferente a ti. Me tienes harta con tus ataques de cariño compulsivo, tu ideal para mí vida y hacer de mí la marioneta perfecta atendiendo a cada cosa que pides sin poder contradecirte.

Al parecer no te das cuenta que con tus actitudes reprimes mi libertad, coartas mi expresión y desesperas mi razón. Es desesperante ver el reloj y saber que pronto llegarás, es inexplicable quererte, amarte, pero desear que estés lejos de mí… a tu lado siento que me asfixio, tus palabras me ahogan y tu cariño llega a fastidiarme. 

Atenderte, escucharte es molesto cuando esperas que sea de la manera que te gusta, todo lo pones como imposición, no dejas que los demás decidan si quieren o no hacer lo que propones.

Siempre creando realidades paralelas, que sinceramente, por muchos argumentos que tengan no tienen por qué pasarme justo a mí, tanto como sigas pensando que me pasarán, algún día te encontrarás con la sorpresa de verme víctima de tus propios inventos. 

Tropiezo cada vez que a ser semi dios juegas, pareces el gerente de una gran compañía con la diferencia que yo soy tu hija, no tu empleada. Me cansé de estar siguiendo tus órdenes, tus deseos, creer en lo que crees, pensar en lo que te gusta, hacer que te sientas bien a costa de mi censura… y entonces ¿dónde queda lo que yo quiero, sueño, anhelo, creo, deseo…?

Sabes, tengo ideales, pensamientos, creencias… tengo una vida que quisiera, si me lo permites, manejar a mi manera. Ya tengo las bases necesarias para saber que está bien y que no, ya no soy aquella cría que te pedía ayuda a todo momento, con el paso del tiempo aprendí a defenderme por mi cuenta, y aunque te duela es una ley de la existencia. Ha llegado el momento en el que debes dejar de ser el papá mandón, para ser el que mira su proyecto. Cabe la posibilidad que tenga errores que te peguen donde más te duele, pero son mis decisiones y en algún momento tendrás que afrontarlas, aceptarlas y por qué no, superarlas.

De nada vale que me digas que me amas cuando tu cariño me aferra a la idea de partir, me saturas, entiendo que te preocupes y que desees lo mejor para mí… pero a éste paso lo mejor será estar lejos de ti.

Tu amor raya en lo egoísta, la necesidad de sentirme cerca, va más allá de lo que yo quiero, te atreves a desear que permanezca siempre a tu lado sin preguntarme si es lo que deseo. 

Y sabes, cuando el amor es latente, no importa la distancia material, los corazones siempre sentirán el candor del otro haciendo que la distancia sea solo una ilusión mental. 

Sí en verdad me amas déjame volar, ya verás que aun cuando no me veas siempre estaré a tu lado.

domingo, 8 de mayo de 2011

Hace un tiempo…


Hace algún tiempo atrás jugábamos a las escondidas, me dormía entre mimos y risas, despertaba con suaves caricias y comía de tus delicias. Recuerdo aquellos bellos momentos en los que en primera fila veías mis obras, cantos y bailes; con cámara análoga captabas hasta el más mínimo detalle para luego alardear sobre tu hija. Cómo olvidar los regaños que por travesuras me dabas, los peinados elaborados que quedaban un desastre luego de clases, con las medias escurridas y llenas de sangre por las caídas… y tu, tan dulce curabas cada una de las heridas que se asomaban en mis rodillas. 

Hace tiempo que no tengo tan grato privilegio, hace tiempo que no cuento con tus besos en la frente con deseos inmensos de tener buenos sueños, hace tiempo que lloro pidiendo al cielo la explicación de aquel fatídico momento en el que  perdí la esencia de tu alma… quedándome tu recuerdo latente en un cuerpo con vida involuntaria que vaga día a día sin saber quién es.

Han pasado los años desde aquel día de Mayo, en el que llorando pedías perdón por no estar conmigo durante más tiempo, mientras tu alma desaparecía de la faz de la tierra, recuerdo que entre mis brazos te desplomaste, sintiendo el vacío de una pérdida incalculable. Te llevaron a la clínica tan pronto como la circunstancia lo permitió, 20 minutos sin respiración causaron un daño atroz; aun sigo cuestionando el por qué pensaron que devolverte a éste mundo era lo correcto, sería menos trágico si tan solo tuviera bellos recuerdos… sin el amargo de saber que estás en materia pero no en alma, para mi estar sin estarlo, es igual a morir y recordar que te perdí…

Cada año es lo mismo, es el momento para callar en la inmensidad, de sufrir en silencio aquel funesto momento, en el que te fuiste sin poder detenerte, justo una madrugada del día que se rinde honor a tu labor… recordar como el brillo de tus ojos se perdía en medio de la oscuridad de la noche me culpa por todo aquello que hice y te hizo mal, eso por lo que jamás pude disculparme y que ahora por más que lo haga sentido no tendrá…

Tal vez sea muy tarde hacerlo, pero si desde alguna parte puedes escucharme, leerme… atenderme, quiero disculparme por no ser la hija que merecías, por hacer que rabiaras todo el día y te preocuparas demás; siento mucho hacerte derramar tantas lágrimas, que te estresaras y no durmieras a causa de mis males; lamento haberte metido en tantos problemas… siento haber causado la necesidad de quererte ir de mi lado, algún día me dijiste “ojalá no se arrepienta cuando por usted esté bajo tierra”… no sabes cuánto daño me hacen esas palabras cada vez que las pienso, las murmullo y las relaciono con lo que te pasó… 

Tanto hice para que te cansaras de seguir viviendo y te dejaste llevar por la depresión y el sufrimiento, subiste mucho de peso y fumaste más de lo que debías hacerlo… Un infarto te causé, y en las rejas del inexplicable te encerré.

No sabes cuánto lamento ese episodio, no sabes cuántas noches lloro con reproches, no sabes cuánto desearía que fueras tú la que estuviera totalmente viva.

Gracias por tan bellos momentos compartidos, tus cuidados y tus mimos. Gracias por amarme, respetarme y valorarme, por las noches en vela, las cenas y las meriendas… Gracias por permitirme ver el mundo después de protegerme con tu cuerpo y alma durante nueve meses…

Gracias por ser la mujer que más admiro en el mundo… Feliz Día Madre mía, jamás olvidaré los pasos que forjaste a mi lado y los que ahora en tu nombre marco a diario… 

Es mi manera de mantener tu presencia vida...

jueves, 5 de mayo de 2011

Escape…


Quiero correr, quiero gritar, quiero huir, quiero estar en un lugar lejos de aquí. Una vez más sentada frente a ti cuestiono tantas cosas que viví y por las que estás junto a mí; una vez más subes el telón y en el medio estoy como el mejor bufón; una vez más soy artífice de tus sentimentales holocaustos y perversos engaños…¿cómo puedo ser tan tonta y volver a caer?

Menuda ironía, he pasado largos momentos de mi vida alejándote de mí y perdiéndome de tu presencia, sin darme cuenta que siempre has estado en mí, en mi cabeza. Cada vez que me ausento apareces, cuando creo estar sin ti murmuras en mi oído, cuando pienso que te he alejado me circundas, me envuelves, me engatusas y me abrazas para estar en ti y no a tu lado. 

Eres el fantasma frustrado de un ángel que algún día trató  protegerme y  ahora amenaza con destruirme, tenerme más cerca en el mundo del más allá… ¿para qué? Si tanto quieres cuidar de mí, déjame ser feliz, me tienes harta con tu silencio acechante, tu mirada inescrutable y rose perturbadoramente seráfico. 

Es oprobioso pensar que aun lejos de mí el vacío de tu ausencia hace que me sienta contigo, tentada a entrar en el umbral del encierro y desasosiego ubicado en el medio de tu esencia. ¿Eres descendiente de arenas movedizas? Entre más trato de escapar más me hundo en las profundidades de tu existencia. ¿No te cansas de vivir atormentando? Algún día te ahogarás entre tantas lágrimas que haces derramar con suspiros falsos de aliento. Eres como el oasis en el desierto, un algo intangible que desde lejos parece el paraíso perfecto para descansar, para luego ser el inclemente recuerdo de algo que pudo ser lo mejor y se quedo siendo nada…

No importa cuántas vueltas le dé al asunto, jamás podré estar lejos de ti porque tú eres mi interior,  sin ti el vacío no sería nada y sin la nada el algo no tendría valor de importancia… todo sería como si no fuera, lo dado quitaría la existencia a la posibilidad, al sueño, a la ilusión; lo que está no sería real, y lo inexplicable sería el piso que habitaríamos sin habitar, seres inmateriales jugando a ser seres de verdad.

Seres dejando de ser, seres tratando de ser… seres escapando del Soy, para ser quién la sociedad pretende que seamos… seres que se desvanecen en llantos porque simplemente no son lo que nacieron siendo; seres que solo se ven cuando están inmersos en su interior, en su sombra, en su silencio… en su soledad.

 ¿Será por eso que se teme tanto a estar en su silencio?