domingo, 8 de mayo de 2011

Hace un tiempo…


Hace algún tiempo atrás jugábamos a las escondidas, me dormía entre mimos y risas, despertaba con suaves caricias y comía de tus delicias. Recuerdo aquellos bellos momentos en los que en primera fila veías mis obras, cantos y bailes; con cámara análoga captabas hasta el más mínimo detalle para luego alardear sobre tu hija. Cómo olvidar los regaños que por travesuras me dabas, los peinados elaborados que quedaban un desastre luego de clases, con las medias escurridas y llenas de sangre por las caídas… y tu, tan dulce curabas cada una de las heridas que se asomaban en mis rodillas. 

Hace tiempo que no tengo tan grato privilegio, hace tiempo que no cuento con tus besos en la frente con deseos inmensos de tener buenos sueños, hace tiempo que lloro pidiendo al cielo la explicación de aquel fatídico momento en el que  perdí la esencia de tu alma… quedándome tu recuerdo latente en un cuerpo con vida involuntaria que vaga día a día sin saber quién es.

Han pasado los años desde aquel día de Mayo, en el que llorando pedías perdón por no estar conmigo durante más tiempo, mientras tu alma desaparecía de la faz de la tierra, recuerdo que entre mis brazos te desplomaste, sintiendo el vacío de una pérdida incalculable. Te llevaron a la clínica tan pronto como la circunstancia lo permitió, 20 minutos sin respiración causaron un daño atroz; aun sigo cuestionando el por qué pensaron que devolverte a éste mundo era lo correcto, sería menos trágico si tan solo tuviera bellos recuerdos… sin el amargo de saber que estás en materia pero no en alma, para mi estar sin estarlo, es igual a morir y recordar que te perdí…

Cada año es lo mismo, es el momento para callar en la inmensidad, de sufrir en silencio aquel funesto momento, en el que te fuiste sin poder detenerte, justo una madrugada del día que se rinde honor a tu labor… recordar como el brillo de tus ojos se perdía en medio de la oscuridad de la noche me culpa por todo aquello que hice y te hizo mal, eso por lo que jamás pude disculparme y que ahora por más que lo haga sentido no tendrá…

Tal vez sea muy tarde hacerlo, pero si desde alguna parte puedes escucharme, leerme… atenderme, quiero disculparme por no ser la hija que merecías, por hacer que rabiaras todo el día y te preocuparas demás; siento mucho hacerte derramar tantas lágrimas, que te estresaras y no durmieras a causa de mis males; lamento haberte metido en tantos problemas… siento haber causado la necesidad de quererte ir de mi lado, algún día me dijiste “ojalá no se arrepienta cuando por usted esté bajo tierra”… no sabes cuánto daño me hacen esas palabras cada vez que las pienso, las murmullo y las relaciono con lo que te pasó… 

Tanto hice para que te cansaras de seguir viviendo y te dejaste llevar por la depresión y el sufrimiento, subiste mucho de peso y fumaste más de lo que debías hacerlo… Un infarto te causé, y en las rejas del inexplicable te encerré.

No sabes cuánto lamento ese episodio, no sabes cuántas noches lloro con reproches, no sabes cuánto desearía que fueras tú la que estuviera totalmente viva.

Gracias por tan bellos momentos compartidos, tus cuidados y tus mimos. Gracias por amarme, respetarme y valorarme, por las noches en vela, las cenas y las meriendas… Gracias por permitirme ver el mundo después de protegerme con tu cuerpo y alma durante nueve meses…

Gracias por ser la mujer que más admiro en el mundo… Feliz Día Madre mía, jamás olvidaré los pasos que forjaste a mi lado y los que ahora en tu nombre marco a diario… 

Es mi manera de mantener tu presencia vida...

2 comentarios:

  1. :) ella esta contigo :)te lo aseguro

    ResponderEliminar
  2. Ay mi vane, sentí cada palabra de estos versos, cómo puedes inspirar tanto sentimiento ¿?... Te admiro mucho, eres muy fuerte y eso es de valorar.

    Dios te ha bendecido con cosas enormes, no lamentes lo que ya pasó, más aún cuando no es tu culpa, vive el hoy pensando en que cada cosa que haces enorgullecerá a tu amada mamá, y que aunque en alma no esté contigo, sé que muy en el fondo, te recuerda con amor y tiene en su corazón un enorme sello marcado con tu nombre.

    Te quiero mucho, mucha fuerza vane, deja que este episodio sea motivo de la energía que sacas a diario para vivir.

    ResponderEliminar

Solo escribe lo que piensas, no importa qué diga el mundo sobre ello...