lunes, 6 de abril de 2015

¿Qué tiene nuestra especie que ama destruír?

Es increíble pensar que los seres humanos hacemos parte de la tierra y somos los únicos sobre toda su faz que se satisface en destruirla y darle la espalda sin darnos cuenta que la necesitamos más de lo que ella nos necesita a nosotros.

La tierra estuvo millones de años transformándose para poder contener en sí la vida, queda claro que fuimos los últimos organismos en llegar a poblarla, es como si toda la tierra hubiera sabido de nuestra llegada y como una buena madre preparó lo mejor de sí para que pudiéramos habitarla y coexistir con ella naturalmente... "cría cuervos y te sacarán ojos", un viejo adagio que se adapta perfecto a la situación, entre más nos da la tierra más le quitamos sin retribuirle, creo que en nuestros pobres cerebros no habita el significado de recursos limitados y la importancia del ciclo.

En la película Home, mediante imágenes extraordinarias se narra la historia del planeta y cómo todo era perfecto hasta que los inútiles de los humanos, nosotros, llegamos a poblar, y ahora a sobre poblar
la tierra de manera descomunal, "todo se acelera" decía bien Salma Hayek, la voz del documental.
Sí, el ser humano ha logrado desarrollar cosas increíbles en poco tiempo y mejorar la calidad de vida lastimosamente a precios muy altos, pues no ha sabido enfocar su conocimiento con sus raíces, se supone que sí hacemos parte de la tierra, está en nuestro interior cómo coexistir con ella sin hacerle daño y por ende no acelerar nuestra destrucción.

Todo en el planeta estaba perfectamente medido, el ciclo del agua estaba hecho para repetirse eternamente y así manetener siempre la misma cantidad del agua y entonces se nos ocurrieron cosas "grandiosas" como la agricultura, que si bien era relativamente buena al principio, con la masificación e industrialización todo se fue para el carajo.

Ahora sólo se produce sin medir las consecuencias, acabando con todos los recursos, es más, se alteran cadenas alimenticias, amenazando así con el equilibrio de la tierra, para no ir tan lejos, las vacas, es decir, la carne que ahora consumimos no es carne de verdad, podría decirse que es agricultura molida roja y sangrienta...

"El motor de la vida es el vínculo" Motor que ya no funciona como un reloj, ha sido tanta la sed de poder, de dinero, de tierras, que incluso prefieren tener grandes ciudades edificadas que pulmoncitos de selvas, bosques, lagunas entre otros ecosistemas que no estaban en la tierra de decoración o como una reserva de Centros Comerciales, cada especie tiene su lugar, ninguna es dañina, bueno ninguna lo era, porque con todas las alteraciones que se han generado por nuestro consumismo han convertido a algunas especies en plagas y focos de infección que si lo analizamos bien, contra lo único que atentan es contra nosotros mismos.

Eso sin dejar atrás el oro negro, esa sustancia maldita que ha limitado al hombre y lo ha llevado hasta las últimas consecuencias por obtenerlo todo
, denigrando todo a su alrededor, guerras incesantes, sin fundamento nacen de ésta pelea absurda, el planeta está tan perfectamente diseñado que nos proporciona la energía suficiente para realizar nuestras actividades sin dañar nada, y no lo vemos, qué brutos somos, en serio, deberíamos extinguirnos de una buena vez.

En el documental ponían un ejemplo muy claro: Dubai, una isla con tanto dinero a raíz del petróleo, paradójicamente carente de fauna y flora, pero con el suficiente sustento económico para importar sus alimentos, incluso para hacer islas y con SOL radiante, lejos de nubes que podrían usar con paneles solares, pero su estupidez es tan grande que prefieren una apariencia de "oh sí, tengo mucho petróleo, mucho dinero y hago lo que quiero".

Más rápido de lo que se piensa se nos agotan las posibilidades de hacer algo de valor, algo importante, y no me refiero a estudiar, graduarse y tener un buen trabajo para tener mucho dinero... o es que acaso ¿cuando no hayan más frutas, verduras, animales nos vamos a alimentar de dólares, pesos yenes? será hacer dieta de a peso, porque si seguimos en ésta carrera insensata eso es lo que obtendremos.

No quiero ni imaginar qué pasará cuando el valor del agua y su real necesidad en nuestros cuerpos sea realmente asimilada y entonces las guerras no sean por petróleo ni dinero, si no por agua.
De todas las criaturas de la tierra somos las más débiles en fuerza, en agilidad, en resistencia y en inteligencia, el hecho de poder hablar y desarrollar tecnología no nos ha hecho más inteligentes, sólo con la capacidad de dominar lo que nos sobrepasaba para satisfacer nuestras necesidad y curar la pereza.

Somos la  amenaza, no para el planeta, como ya dije, no nos necesita, estaba bien sin nosotros, somos una amenaza para nosotros mismos, somos los autores de nuestra autodestrucción y en cuanto no entendamos que no necesitamos el sistema para vivir, que un cambio sería excelente para nuestra supervivencia estaremos caminando con los ojos vendados hacia un abismo,