viernes, 14 de mayo de 2010

Pedazos…

La lluvia golpeteando en el techo me recuerda el sonido de mi pecho cuando hay tantas cosas que quieren salir pero que yo no dejo, tal vez por miedo al que dirán, a sentir debilidad ante los ojos de alguien más…
Cobardía o astucia, egoísmo o afecto, mmm… no lo sé, sólo sé que todos lo han llamado cobardía pero en ese caso todos lo somos, todos en algún momento de la vida, dadas las circunstancias hemos pensado en la salida más fácil aunque no sea la correcta, todos hemos querido dejar de existir pensando en que eso solucionará todo de la noche a la mañana… a causa de la desesperación no vemos realmente lo que los ojos están enfocando sino lo que el corazón trata de manifestarnos, “de lo racional a lo sensitivo”. Carecer de voluntad no es un delito pero sí un error, pensar en el hoy sin la esperanza de un mañana mejor es dejar a un corazón muerto latiendo en una vida vacía, sin ilusión… Un corazón no muere cuando deja de latir, un corazón muere cuando sus latidos dejan de tener un sentido, un motivo y por qué. La soledad, la máxima consejera y tus almohadas los pañuelos de lágrimas más desafortunados por escuchar noche tras noche tus pensamientos vagos.
A veces pareciera que nadie estuviera dispuesto ni en una mínima parte a hacer hasta lo imposible por una cálida sonrisa en tu rostro, que rompa el esquema y quebrante cualquier falsa mirada que en el rostro hallaba morada, que pueda dejar de fingir con una cara feliz y no tenga que esconder que realmente estoy a su merced… nadie la ve porque la escondo muy bien, detrás de bromas y palabras de aliento que a veces ni yo misma creo, no porque no sean reales, sólo que mis sentidos están demasiado “idos” para comprender lo que digo.
Cómo escapar de lo inevitable, cómo dejar atrás el presente, cómo huir de un pasillo que no tiene puertas ni ventanas, tan oscuro que no logro ver lo que hay delante mío, sólo una luz acompaña cada recuerdo y se queda a unos cuantos metros de donde me encuentro, lo que hace que mirar para atrás sea más interesante que ver al frente, al menos veo todo con claridad… pero… nadie dijo nunca que fuera fácil, así que aunque sea difícil de nada sirve haber llegado tan lejos si me acobardo frente a lo que siento y me quedo recorriendo lo que anduve, de nada sirven tantos esfuerzos y tantas lágrimas derramadas si no les doy un significado importante que me motiven a no desfallecer por más fuerte que sea la presión en mi pecho cada vez que sigo el sendero marcado en el suelo, enmarcado por dos paredes y un techo. No puedo negar que me inquieta el pensar en la soledad y en el como constantemente la encuentro merodeando, a veces me acoge en sus brazos y siento como me contempla, siento como su suave tez acaricia mi rostro, deslizándose sigilosamente por mis mejillas, mi cuello… hasta convertirse en una punzada fuerte en el pecho, un suspiro de su calma termina para congelarme el alma… el abrazo de su amparo crea un abismo en el que quisiera caer para nunca jamás volver, verdad qué pareciera la única salida?. El suplicio de su oprobio logra confundir mi razón, cambiar mi ética y cuestionar mi moral, su devastadora mirada parece una filosa espada que atraviesa mi alma y su gélida voz en el principio de mi perdición. Cómo escapar ante tal conmoción, como recoger todos los pedazos sin perder ninguno para lograr dejar todo tal cual y como estaba; cómo borrar esas marcas tan profundas en mi corazón talladas durante tanto tiempo, es como tratar de dejar una hoja de papel intacta después de ser arrugada.
Puedes descifrar los sentimientos de una persona al entender el significado de sus lágrimas, puedes conocer todos sus sueños si lo miras a los ojos desde el fondo de tu alma, puedes aplacar dolores si lo tomas de la mano, puedes menguar tristezas si lo abrazas con todas tus fuerzas…
El viento nunca volverá a soplar de la misma manera, pero en él siempre está la misma mente siniestra, sus ojos vacíos muestran una luz pálida y fría de derrotismo. Un suspiro se escapa de entre sus labios y un fuerte escalofrío cubre mi cuerpo para dejarlo perplejo ante el asomo de su regreso… ¿Es un susurro demoniaco ó un canto para consolar tu llanto?... Cómo alejar algo que no se ve, cómo atraparlo si sólo se siente, es un ente intangible que logra tocar las más finas fibras del corazón y volverlas trizas ante sus suaves caricias que arrullan el alma mientras destruye todas las esperanzas.
Vive en mis pensamientos, se alimenta de mis emociones, circunda mi cuerpo y se abre paso con el resentimiento del recuerdo…

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