Un sentimiento es intangible al tacto pero definido por los latidos dados por el corazón, un sentimiento es expresado con palabras y recibido como manifestaciones sinceras del latir ajeno, puede ser noble ó lleno de odio y de dolor, puede crecer o extinguirse, puede nacer para morirse ó morirse para nacer…
Es complicado creer que una sola palabra pueda cambiar todo el concepto de un sentimiento que habitaba en el ser interior de un SER completo, pero es verdadero cuando proviene de alguien que significaba una fuerte base para aquel sentimiento. Hay momentos en la vida donde te das cuenta que tus sentimientos hacia las personas están basados por lo que ellas hagan por ti, suena bastante egoísta, pero el ser humano es un ser de reciprocidad,- aunque existan excepciones donde se pague amor con desamor-. Pero en la mayoría de los casos es amor por amor… cuando alguien te decepciona de manera brutal, es decir, todos cometemos errores y no estamos exentos de cometerlos, pero hacerlo seguido y cada vez peor es una muestra tangible de la carencia de sentido de los sentimientos que profesa y eso hace que se rompa el vínculo que se había formado por el germinar de un sentimiento en dos cuerpos diferentes con un mismo propósito, un mismo sentir.
Siempre han dicho que la envidia “es mejor despertarla que sentirla”, pero… sentirse víctima del “amanecer” de aquella emoción, auspiciada por alguien allegado a tu interior duele, duele demasiado, porque dejar de querer tu sangre, es renunciar a un trozo de tu ser, de tu existencia; pero es necesario cambiar, no odiar, porque es amar de manera equivocada, pero seguirá siendo amor y no tiene sentido darle tanto valor a alguien que no lo merece.
Alguien que te trate como basura es una basura… cómo saber quién es una?... por el conocimiento dado por la experiencia personal, es decir sólo una basura puede juzgar a otro de serlo; aunque no tendría por qué, nadie es Dios para decidir qué es cada quién. Nadie puede convertirte en lo que no eres, aunque deseen de todo corazón que lo seas para poderse ufanar de tu “error”, de tu mal proceder. Un ser virtuoso siempre tendrá enemigos, verse “perfecto” ante sus ojos alimentará el deseo de verte por debajo de ellos y siempre se inventarán calumnias porque jamás encontrarán de qué hablar.
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