jueves, 6 de mayo de 2021

Estos son los héroes de mi país…

El despertar cada día era algo tan cotidiano que quizá no lo habíamos valorado tanto como hoy, donde la sinfonía que acompaña nuestro día a día son gritos de guerra, de desesperación, de dolor, de lucha, en medio de balas ciegas que no les importa a quién impactan, a quién dañan, a quién hieren, a quién simplemente le arrebatan la vida para ya nunca más tener un nuevo despertar. 


Humanos matando a humanos por órdenes de humanos que juegan a ser Dios, humanos indolentes que solo les importa el poder, la grandeza, el éxito… 


¿Acaso no tienen corazón? ¿Acaso no tienen a nadie en la vida que les importe lo suficiente para no querer perderlo? 


No hay nada más peligroso que un corazón sin empatía y una mente egoísta. Estamos rodeados de humanos que saben que la unión hace la fuerza, fuerza que se convierte en “obstáculo” cuando quieren vivir a costillas de todos aquellos que se esfuerzan día a día por alcanzar sus metas en la vida y por eso nos separan, nos “enseñan a odiar”... Nos enseñaron a aislar al diferente, al que no “encaja”, nos enseñaron a crear reglas de pertenencia a un lugar, a un grupo de personas, incluso a una familia y por eso hoy hay humanos que “creen estar haciendo lo correcto” por pertenecer al grupo que “dirige”, porque les enseñaron que los vándalos somos los que protestamos… porque claro, grupos diferentes tienen ideales diferentes, con el odio de por medio no hay tolerancia, sin tolerancia no hay diálogo y sin diálogo sólo queda la fuerza, fuerza que no necesariamente tiene que ser violenta pero quien “dirige” sabe que el miedo es la mejor herramienta de amedrentar y no hay peor miedo que aquel que te obliga a callar…  pero se les olvida que ese mismo que a veces nos calla es el mejor detonante para crear, para desear un cambio y aquí estamos, gritando de diferentes maneras que ya es suficiente, que no es justo, que todos los humanos, con sus diferencias merecen vivir bien, dignamente, sin pensar en el despertar un día nuevo como un juego de azar sino como un regalo del Cielo, de la vida, del destino, de Dios. 


Jamás serán suficientes minutos de silencio, lágrimas ni homenajes para compensar las vidas de todos aquellos que en pie de lucha se enfrentaron a la violencia de líderes sordos, jamás serán suficientes abrazos para llenar los vacíos de sus madres, hermanos, amigos pero sí deberían ser suficientes pérdidas para entender que nada, absolutamente nada justifica arrebatarle la luz a ningún ser humano. 


Sólo soy una humana más, con el corazón roto, llena de desesperanza, de dolor, de rabia, de impotencia, de tristeza, una humana que al igual que otros humanos, todos los días se levanta dando profundas gracias a Dios por seguir viva, por tener a sus seres queridos respirando y que pide un cese al derramamiento de sangre… 


En memoria de todos los héroes que no abandonaron la idea de un mañana mejor para su familia, amigos, para su país, en lo etéreo los abrazo y en mi corazón siempre estarán… 


#Soscolombia #Nosestanmatando

 

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