sábado, 10 de abril de 2021

No me dejan llorar…

Antes creía que escribir era la única manera de estar sola, como dice Fernando Pessoa, pero realmente es la única manera de estar acompañada. El mundo es demasiado hostil, demasiado duro, demasiado egoísta, es un lugar donde debes existir con máscaras, donde no puedes ser tú realmente, donde debes jugar del lado de la hipocresía, de lo que esperan los demás de ti… un lugar en donde bajo ninguna circunstancia debes mostrarte vulnerable. 

Hoy es 10 de abril del 2021, puedo decir que llevaba mucho tiempo sin desear tan profundamente mi extinción y parece que mi cuerpo lo sabe, quizá también lo anhele por sus comportamientos… Estoy en esos momentos en los que deseas desaparecer, resetear todo, dejar de sentir, dejar de pensar, dejar de soñar, de anhelar, dejar de ser todo eso que duele y sentirte libre. 

La violencia no solo es física, ya a estas alturas estoy segura que todos lo sabemos…  y la verdad, aunque suene descabellado, es que preferiría mil veces la que deja moretones y no la que te quita las ganas de vivir. Es aún más doloroso cuando las palabras hirientes vienen de un ser especial en tu vida.  Sé que tengo innumerables errores, sé que no soy perfecta, sé que debo arreglar muchas cosas pero estoy segura, aún con mi baja autoestima, que son más las cosas buenas que las cosas malas las que me hacen ser quién soy. Últimamente me siento reducida, limitada, humillada, con temor, siento que no importaría si ya no hago parte de este mundo, realmente a nadie le haría falta, nadie estaría dispuesto a salvarme, si de alguien pudiera depender, claro está. 

Qué pesado se pone el aire cuando te ignoran, cuando la ansiedad se apodera de tu cuerpo, cuando tu mente quiere respuestas, cuando no entiendes lo que pasa, cuando sientes que es tu culpa, cuando no puedes hacer nada para remediarlo, cuando te cuestionas para qué naciste, cuando la razón de tu existencia se desvanece, no la ves clara, te ahogas, gritas pero nadie te ve… cuando pides ayuda, cuando sientes que no puedes solo, cuando todo lo que anhelas es un abrazo… pero desear no es suficiente, nada pasa,  pasando todo en tu interior… 

“Siempre se hace la víctima, siempre llora, siempre la misma mierda… no tiene iniciativa”... fuertes palabras para alguien que se esfuerza día a día por levantarse y dar lo mejor de sí. Y sí, lloro para no gritar, para no pelear, lloro para sacar todo lo que callo, lloro para liberar mi alma, lloro en la ausencia de bondad y comprensión, lloro cuando no entiendo el por qué de tu reacción, lloro para no morir, para no pensar en cómo deshacerme de mí… 

Nada de lo que pueda cometer lo hago para sacarte el mal genio, sólo quiero hacerte feliz, pero parece no importarte. ¿Cómo puedo saber qué te molesta si no me hablas?

Podría seguir durante toda la noche escribiendo, expresando lo que siento, lo que pienso pero sólo aumentaría mi frustración de que aún siendo la mejor versión de mí, no es suficiente. 

Quienes siguen mi blog desde hace años saben bien que de vez en cuando me dan ataques de depresión, donde todo lo veo turbio, oscuro, donde nada tiene sentido y si tú, querido lector también has pasado por depresión, sabes perfectamente a lo que me refiero… y estoy en ese momento de oscuridad. Llevo años buscando ayuda, haciendo cosas que me saquen de aquel agujero, pasa el tiempo y creo estar bien pero de repente choco con circunstancias que me hacen ver que no estaba tan preparada y lista como creía, que aún hay heridas que me lastiman mucho y que me llevan de nuevo a ese vórtice del terror.  

Gracias por leer hasta acá. 


3 comentarios:

  1. Eres un maravilloso ser de luz que está siendo ahogado en un mar de oscuridad, ese mar tiene nombre y apellido y lo peor es que tú se lo estás permitiendo. Es hora de brillar de nuevo, de mostrar al mundo la mujer tan hermosa que eres, tanto por dentro como por fuera y sobre todo, de ver que el mundo está lleno de colores que esa maldita oscuridad no te está dejando ver.

    Te quiero, no quiero que esa oscuridad acabe contigo y lo último que deseo es perder a mi mejor amiga.

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  2. Irónicamente, la búsqueda de la felicidad se puede comparar con un tren al que suben y bajan pasajeros en las estaciones que visita; como es nuestro tren, tenemos la potestad de decidir quién debe dejarlo o permanecer en él. Ese tren que es nuestra vida no puede darse el lujo de admitir a personas que busquen sabotearlo. El sentido común y de supervivencia debe imponerse y ante el peligro debemos exorcisar todo aquello que nos haga daño y pueda descarrilarnos...

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  3. desahogarse es necesario, y que bonita forma en la que lo haces. A hoy espero haya mejorado todo.

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