Desconfiar
es la mejor manera de evitar la decepción, no de parte de los demás, sino de sí
mismo, no esperar más de lo que se merece, ilusa yo que pensé ser lo suficiente
para valer más que todo alrededor… pero, erré, fue demasiado pedir, rayé en lo
egoísta… desde entonces me atormenta cada noche el pensar que no paso de ser
importante a lo más importante.
Tal
vez funcione el ser hipócrita, enmascararse y salir ante el mundo, ante la
sociedad, fingiendo ser y estar como se debe y no como realmente se es y se
está.
Hablar en silencio con el dolor que deja la ausencia consumida
en la soledad... duele pensar que lo tuviste y ya no está. Pensamientos se
agolpan en mi cabeza, divagando hasta encontrarme en el rincón oscuro donde las
lágrimas brotan y se hacen una con el viento. Perdidos en el tiempo divagan mis
recuerdos, perdidos sin remedio buscan mi encuentro.
Aquella siniestra figura, de escultura intangible y
susurros de cristal ha decidido una vez más dejar su soledad para someterme al
silencio de su compañía y a ella, a la ausencia de su esencia.
Decepción… decepción de no ser lo que deseo, no porque
no se me dé el lugar, sino porque no soy capaz de reconocerlo, ¿por qué? No lo
sé, tal vez no confío en mi como debería, tal vez necesito más “demostraciones”
para saber que es real y no,un sueño más, uno de esos que crea mi mente
para sacarme de la soledad y crear en la afonía una compañía capaz de librarme
de la opresión en el pecho.
Decepción… decepción de no ser lo que mereces, necesitas,
deseas, anhelas… decepción por decepcionarte, decepción por decepcionarme,
decepción de expresar prosa que grita mi corazón, ahoga mi llanto y tergiversa
mi cabeza… decepción de saber que al leerlo te decepcionarás de ti sin ser
culpable de nada…

"decepción de saber que al leerlo te decepcionarás de ti sin ser culpable de nada…"
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