El constante devenir…

Hay cosas en la vida que no tienes derecho a aceptar o rechazar.... simplemente llegan ó se van. Hay otras cosas que no estás dispuesto a perder, por las cuales perderías todo… y hay otras que simplemente quisieras ignorar durante toda la eternidad. Eres las consecuencias de tus actos, el resultado de tus acciones… el pasado es tan solo un sueño, el presente tu realidad y tu futuro una ilusión palpable con cada segundo que corre.

La vida es un suspiro del alma, el respirar lo alarga, el latido lo vitaliza, los sentidos lo conectan con el sentir las emociones…el significado de vivir existiendo conscientemente y no inercialmente, depende netamente del conocimiento que se tenga sobre ello, entender que no todo es bueno, y que ello fortalece el carácter… nada es absoluto, todo es relativo… todo tiene una contrapartida, algo que de manera extraña lo complementa… un opuesto, un contrario y lo hace uno.

Cómo confiarle de nuevo algo a alguien, que en un pasado lo usó de puñal?... pregunta dura, verdad?... Pero realista… basta sólo un error, no importa si tenías o no la intención de cometerlo, luego de que esté hecho, enmendarlo no es tal sencillo… La confianza es un sentimiento que tarde mucho en crecer pero que se destruye con el silbar del viento… y entre más fuerte, es más fácil de quebrantar para no recuperarla jamás… o al menos no en la misma cantidad que se tenía… Una vez que algo ha sido perdido, jamás regresará.

Un perro, fiel amigo del hombre… permite que le pongas un collar alrededor de su cuello para tener total control sobre él… a veces tratamos como perros a nuestros semejantes ó les damos el título de “amo”… no se sabe quién es más estúpido, el “amo” ó el “perro”… ambos jugando en papeles desiguales, cuando la condición humana nos pone a todos en el mismo nivel… Pero aún sabiendo esto... a veces nos doblegamos “ante la voluntad” de alguien, que para nosotros es importante y en aras de satisfacer sus deseos nos convertimos en el “perro” perfecto, sin darnos cuenta que nos pisotea, tal vez sin intención pero lo hace, por el poder que le ha dado el vínculo del amor… y el “amo” creyendo que responde a aquel sentimiento, se cree con el derecho de hacer con su “perro” lo que le plazca sin pensar en lo que sienta ó piense… después de todo los animales no hablan, sólo “responden a instintos, son domesticables para agradar al hombre”. Así que el estúpido es el amo que no sabe cuidar de su mascota…aunque realmente, no es la mascota, simplemente es un ser totalmente altruista que está dispuesto a dejar sus necesidades por satisfacer las de su ser querido... eso sólo lo hace un persona con consciencia mental suficiente para separar su realidad de la realidad común, y la fortaleza necesaria para abandonar su ser personalista para tratar de ocuparse de los problemas de alguien más.

Todos en algún momento moriremos, es la ley de la vida “la brisa de la muerte enamorada que ronda como un ángel asesino”… no sabemos en que momento debamos probar el filo de su guadaña con el frío de su corte… pero no podemos esperar hasta ese fatídico día para hacer todo lo que dejará huella en quienes se quedan de nuestro ser. Cada minuto que pasa, es un minuto menos de vida, un momento más vivido… un momento que tal vez sea recordado… un momento que reviva memorias con ríos de lágrimas inexplicables, de dolor y felicidad al mismo tiempo… todo es relativo, nada es absoluto… y así, el perfecto equilibrio del devenir de la vida será manifestado una vez más por el transcurrir efímero de la existencia… por el suspiro del alma que se escapa en un santiamén, por el latido que vitaliza… por el sentimiento que reafirma las emociones.. es que vale la pena vivir existiendo…