El
cielo… un lugar al cual los humanos
siempre han querido llegar, se debaten la vida entera buscando la mejor manera
de allí vivir toda la eternidad…
El
cielo, el hermoso lienzo que se pinta de azul infinito cuando el sol se posa
sobre nuestras miradas y de negro cuando la luna cobija nuestras ilusiones
amparados por la magia de soñar sin importar nada…
El
cielo, el espejo sin límite del profundo océano, las estrellas como reflejo de
cada perla y las galaxias de cara coral y arrecife perfecto, en ambos extremos
se desconoce lo en su interior pero de seguro es algo que sorprenderá, el sólo
hecho de ser desconocido lo hace algo magistral.
El
cielo, la pantalla de mi mente, circundado de viento desplaza al tierno algodón
de nimbus como arte abstracto que después de mucho observarlo se convierte en
los personajes moldeables de mis invenciones, de mis sueños, de mis retos, de
mis anhelos.
El
cielo… Definirlo es complejo cuando en realidad se desconoce tanto sobre aquel
maravilloso paradero, pero no importa con lo que sé me basta para describir lo
que para mí significa el cielo y por qué no, re significar su existencia.
El
cielo, mi cielo… un lugar apacible donde no todo es perfecto pero se hace
llevadero porque tengo a un ser verdadero que camina junto a mi… acompasando
sus pasos a los míos, mezclando nuestros sueños, nuestras ilusiones y
convirtiendo cada momento en un recuerdo perfecto que nos hace sonreír cada vez
que hablamos sobre ello…
El
cielo, mi cielo… un sentimiento puro y bello que no se basa en la materialidad
del ser pues allí todo es etéreo y lo que realmente importa es lo que llevas
dentro, las palabras se las lleva el viento… viento que ahora somos, palabras
que quedarán marcadas en nuestras existencias intangibles, en aquello que no se
puede palpar pero que hace que sientas cada día un poco más…
El
cielo, mi cielo… Un Edén, un paraíso completo lleno de paisajes inimaginables,
incomparables, tan perfectos que superan las mejores obras de arte de óleo
sobre lienzo… un mundo nuevo esperando por sentir nuestros pies descalzos sobre
las tiernas praderas verde jade, sombras deseadas dadas por árboles gigantes
bajo el calor del sol y una laguna inmensa digno de ser el espejo nocturno de
la luna…
El cielo,
mi cielo… ahora vivo en el cielo y no, no he muerto… Basta con caminar junto
con nuestras manos entrelazadas para que cualquier lugar sea el cielo, todo
toma sentido cuando con tu sonrisa me inspiro en tus ojos me pierdo… ya no
tengo a dónde regresar porque sé que siempre pertenecí a estar junto a ti…
El
cielo, mi cielo… Simplemente ya no concibo la vida con plenitud si tú no estás
junto a mi… las horas se han días y los días años cada vez que estoy lejos de
tu lado, la respiración se siente vacía, los brazos se sienten solos... mis
labios se encuentran entre sí anhelando el próximo momento que podrán hacerse
uno con los tuyos, mis ojos no han encontrado una vista más hermosa que la que
tengo cuando miro fijamente los tuyos tan hermosos, tan llenos de vida... tan llenos
de amor… tú olor, tu piel... sentir tu respiración en mi cuello... Cuento cada
segundo hasta el próximo momento de nuestro encuentro... y regresar a mi lugar
perfecto a mi cielo…
El cielo…
siempre se ha considerado el hogar de los ángeles del Señor… y sí, Dios se ha
encargado de darme el ángel más hermoso y perfecto de toda la creación y así El
cielo, Mi cielo está completo…
Es
mirar al cielo y saber que lo tengo entre mis brazos, es contar estrellas y
recordar cada mágico momento a su lado, es sentir el calor del sol y sentir su
amor, es soñar con la luna y saber que mi sueño no es una locura, es ver las
nubes y saber que a tu lado absolutamente todo es posible…
El
cielo, mi cielo… mi cielo eres tú…
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