lunes, 25 de junio de 2012

Patología emocional…


A veces le das menos a quien más daría por ti, a veces te quejas de no tener cariño, afecto y atención cuando lo ignoras por no venir de quien lo deseas o te conviene recibirlo... Ironía pura.

Los corazones rotos son arte de vida que espera con ansiedad dejar de ser una obra abstracta, siempre se reinventan, renacen... Siempre encuentran un nuevo ritmo de palpitar... siempre logra componer la melodía de sus latidos... justo ahora el mío espera por ser algo más que arte abstracto.

En el silencio encontrar un suspiro que te logre recordar el motivo del latido, un suspiro nacido en el viento que aunque corre siempre será eterno, no en aquello que en algún momento simplemente dirá hasta luego… Viento que pierde su brisa en la monotonía de los días, de los años, de la existencia… cuando todo parece haber cambiado hay algo que devuelve todo a un tormentoso pasado.

Poco a poco me hago pedazos... ¿quién se encargará de recogerlos y ponerlos todos en su lugar cuando ya no quiera hacerlo?... quizá nadie... quizás el viento se encargué de ello o bien, dejarme esparcida a lo largo y ancho de mi propio infierno.

Soy como el mar, mis olas vienen y van, mi agua rara vez está apacible lo que me mantiene en constante cambio, mi esencia de ser mar nunca cambiará más mi estado nunca será el mismo, mis peces morirán, renacerán e incluso se extinguirán por lo que jamás podrás pensar en mi de la misma manera, la profundidad de mi existencia trasciende más allá de la superficie vana que crees conocer pensando que sólo llego hasta la línea del horizonte donde me mezclo con mi reflejo o el suelo marcado por los arrecifes y corales, entonces dime ¿qué tanto me conoces?...

Allá en lo profundo de mi océano se esconden inimaginables especies que jamás has imaginado, siempre navegando sobre mí, viendo lo más claro y hermoso de mi ser, a veces tratas de bucear y te encuentras con cosas asombrosas… pero hay grietas oscuras y profundas que te asustan… y no te culpo, a mi me atemorizan a  diario , son las heridas que me ha dejado el tiempo y que por una extraña razón jamás han sanado, no importa cuánta agua tenga, jamás es suficiente para llenarlas y hacer como si ya no existieran, de una u otra forma siempre tengo presente que están ahí…

Patología emocional… Presenta un fuerte síncope de tristeza y espasmos de soledad, aún cuando sus aguas resplandezcan por el sol sobre ellas la oscuridad de sus grietas no desaparece… 

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