viernes, 20 de noviembre de 2020

Tic tac...

Seguro has estado atrapado en aquel lugar, donde todo pasa, donde nada se detiene, donde todo explota, donde todo te daña, donde todo absolutamente todo está en tu contra… 

Tic tac, retumba en mi cabeza, tic tac respiro con vergüenza, tic tac mi mente no me suelta, tic tac el pecho me aprieta, tic tac las paredes se cierran, tic tac, tic tac, tic tac, un hormigueo se apodera de mis piernas, no puedo dejar de moverlas con fuerza, de lado a lado, como si esa fuera mi mayor destreza.


Las ideas se agolpan una a una, no logro diferenciar entre un recuerdo o un espejismo de aquel encierro, todo en mi mente transcurre como cierto, tic tac quisiera salir corriendo, tic tac gritar, tic tac desaparecer, no sé exactamente de qué lugar, ¿acaso de la vida? ¿acaso del lugar que habito? El real, el espejismo... No logro entender nada, las lágrimas comienzan a deslizarse con furor sobre mis mejillas, aún sabiendo que estoy sola en el espacio me cubro la boca para que nadie escuche mi llanto… 


¿Alguna vez has sentido que una explosión se apodera de tu cuerpo? Esa sensación de querer salir disparado, de golpear las paredes, de destruir todo a tu alrededor, esas ganas inexplicables de proferirse dolor como si eso solucionara algo… pero, ya has crecido y “entiendes” que eso no está bien, que por muchas veces que lo hagas realmente no soluciona nada y si empeora todo.. Aún así, no dejas de sentir ese deseo extremo de querer desaparecer así sea por un momento. 


He llegado a preguntarme si hoy me fuera de este mundo, ¿a quién le haría falta realmente? Y entiendo que la vida de todos podría seguir por más cariño o aprecio que me tengan, y eso no está mal, lo hacen todos, hasta yo lo he hecho aún cuando he perdido seres que han significado todo para mí... aunque eso abre otro debate en mi cabeza y es: si no hay nada que me ate realmente a este plano, entonces ¿por qué sigo aquí? 


Y allí, en ese torbellino de ideas me encuentro, tratando de entender la causa que detona esta sensación en el pecho, que me aprieta, que me ahoga, que me asfixia, tic tac, el tiempo sigue corriendo y siento que sin querer lo pierdo… Ya quiero salir de este encierro, disfrutar de lo que tengo, sin martirizarme por lo que ya fue hecho y por lo que podría ser. Quiero vivir el momento, quiero impedir que el pantano de mis pensamientos opaque la felicidad que ahora tengo, porque por más extraño que parezca, estar contento no es solo es un efímero sueño, puede ser un hecho verdadero…


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Solo escribe lo que piensas, no importa qué diga el mundo sobre ello...