lunes, 7 de marzo de 2011

Ambigua compañía…


Quisiera no querer... Desearía no desear... quisiera tan solo ser lo que no soy, no tener que tocar el cielo y aun así sentirme volando entre sueños de algodón... quisiera sentirte a mi lado aun en la distancia, pero ni siquiera cuando estás junto a mi siento que te tengo...

Como efímera pasajera, te vas cuando llegas, serena y sin saludar a mí lado te sientas y sin un adiós simplemente te vas o ¿a mí lado te quedas? Es confuso pensar que estás cuando te veo sin reconocerte, te escucho sin saber que eres tú… ¿cómo saber que realmente has llegado para quedarte junto a mí para siempre?

Ya no sé si estoy contigo o en ti, si realmente eres tú o tu reflejo, no sé si en tus palabras me pierdo o me encuentro… realmente ¿quién eres tú y qué has hecho con ello? ¿Eres compañía o ausencia de la misma?

Confuso, difuso, paradójico pensar que seas una misma esencia vista de maneras opuestas, una misma existencia… una existencia bipolar capaz de transformarse en un santiamén en su disímil, dejar a un ser en orden o caos en el sonar de un segundo.

Transcurren los minutos, siempre acompasados por el tiempo, aunque para mí sean eternos; ha pasado ya tanto tiempo desde que siento tu apaciguante aliento que ahora temo que no sea más que un recuerdo. Tengo miedo lo acepto, tenerte cerca es el edén en la tierra, sentir tu presencia me saca del oprobio de mi encierro… sentir tu piel me desvela, cuando pronuncias mi nombre siento que sueño aunque esté despierta… la existencia de la compañía de tu compañía ha logrado cambiar por completo lo que conocía como vida… 

Ahora que lo pienso, jamás te has ido, tan solo no te has presentado sin tu reflejo, y ahora que veo tu rostro perfecto, se desvanece la idea que tenía acerca de ti… 

Sólo te pido no te alejes, y si lo haces no te quedes como tu ser interno que desvela mis sueños, tortura mis anhelos y destruye mis pensamientos, no permitas lastimarme en tu encierro, no dejes que tu gélido aliento atraviese mi pecho, no dejes que derrame sangre en gotas cristalinas de dolor, no me abraces cuando calles, no me hables si has de someterme, no me postres ante ti cuando no seas tú quién quiera estar conmigo acompañándome siendo compañía, no la ausencia de tu propia esencia…

Acompáñame a estar contigo, aléjate cuando esté en ti, abrázame para sentirte, suéltame para
no necesitarte, ríe cuando calles, háblame en silencio, simplemente sé que lo que no quiero que seas, así siempre serás lo que realmente necesito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Solo escribe lo que piensas, no importa qué diga el mundo sobre ello...